HISTORIA DEL M.M.M

Quienes Somos

El Movimiento Misionero Mundial es una obra iniciada por Dios; es una obra profética que siempre estuvo en el corazón de Dios, para levantarla en esta hora final cuando tantos creyentes, congregaciones y concilios, se están deslizando por la corriente de la mundanalidad para estrellarse en las cataratas del pecado. Dios mostro este nombre a su siervo, Rev. Luis M. Ortiz, quien fue el fundador de esta obra; y en 1963 queda oficialmente fundado el Movimiento Misionero Mundial, en la Isla de Puerto Rico. Por otro lado también fue revelada a varios de sus siervos simultáneamente, siete años antes de su inicio histórico.

Es una obra de fundamento bíblico, porque estamos arraigados en la Palabra de Dios; no somos movidos por los vientos de falsas doctrinas que parecen estables, ni de interpretaciones de convivencia con el mundo, la carne y el pecado. !Que soplen los vientos de continuas herejías, que crezcan los ríos de interpretaciones caprichosas, esta obra permanecerá en la roca inconmovible de la Palabra de Dios!

Dios ha dado a esta obra una visión local, nacional, hemisférica y global. Es un Movimiento Misionero Mundial. Es "en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra." Nuestra visión no es de grandeza humana, social, intelectual, conciliar, numérica, ni financiera; es una visión para "alzar nuestros ojos y mirar las regiones, que ya están blancas para la cosecha" y poblar el cielo con los redimidos por la sangre de Cristo. Esta es una obra de acción, no somos visionarios que dicen tener visión, pero no tienen acción. Tampoco somos llorones, que siempre están llorando, pero nunca caminando. Nosotros no lloramos porque se nos llama a ir; lloramos porque vamos. "Ira andando y llorando."

Esta es una obra de vanguardia y avanzada; Dios la utiliza en el frente de batalla, donde otros no llegan; abre brechas y caminos, evangeliza al pecador, doctrina a los recién convertidos, establece nuevas iglesias, educa a los fieles con la Palabra de Dios, capacita a los obreros de Dios, propaga el Mensaje.

Es una obra de vida y Dios trae a muchos samaritanos, creyentes espiritualmente moribundos, golpeados, heridos, agobiados, confundidos y aquí con el nutritivo pan de la Palabra de Dios, el aceite del Espíritu Santo y el bálsamo de la Sangre de Cristo, recobran su vida espiritual y siguen sirviendo a Dios con gozo y victoria. El Señor nos dijo que había levantado esta obra como un refugio para muchos de su pueblo que le aman, pero que mueren de hambre y sed de la Palabra y que El los sacaría y traería para restablecerlos.

Es una obra de fe y necesita mucho tu oración, intercesión y cooperación; porque conforme crece la obra, así son sus necesidades y demandas; es pobre en bienes materiales, pero llena de provisiones celestiales, de pocos recursos financieros, pero de mucho celo misionero. Esta obra es un monumento de fe, depende enteramente de Dios y Él cuenta contigo y conmigo. Que Dios te bendiga.

Junta de Oficiales Internacionales

Presidente: Rev. Gustavo Martínez

Vice Presidente: Rev. José Soto

Secretario: Rev. Jorge Álvarez

Tesorero: Rev. Rodolfo Gonzales

Director: Rev. Rubén Rosas

Director: Rev. Armen Rosas

Director: Rev. Enrique Centeno

Director: Rev. Álvaro Garavito

Director: Rev.Malgaro Figueroa

El origen del Movimiento Misionero Mundial ( su historia )

En cuanto al orden del movimiento misionero mundial hablaremos tanto de la persona que Dios uso para levantar esta obra, así como de la misión como tal:

Su Fundador:

Esta obra de M.M.M. nació en el corazón de Dios. El la planeo, la fundo, es el arquitecto, Él es todo en esta obra. Ha sido concebida por El y para El, para su Gloria y su Honra. Sin embargo es necesario que entendamos que Dios en su infinita sabiduría, en su omnisciencia y grandeza le ha placido usar al hombre para llevar a cabo sus planes en la tierra. Por lo que para dar a conocer esta gran obra y sacarla a la luz pública y que alumbrase como antorcha en lugar obscuro en este mundo de tinieblas, uso a un hombre el cual desde su niñez, lo aparto para depositar en sus manos esta gran responsabilidad.

En el año de 1929 cuando un niño de diez años de edad, de nombre LUIS M. ORTIZ MARRERO, entrego su veda al Señor en la ciudad de Corozal, Puerto Rico y se reunía en la iglesia denominada “Discípulos de Cristo”. Nadie podía imaginarse los planes que Dios tenia  preparados para este pequeño.

Recién convertido y aun con sus diez años de edad, Dios trata directamente con aquel niño y le hablo acerca del llamado a su obra. Posteriormente, estando en un culto de oración en un hogar, el Señor le confirmo el llamado a la obra, por medio de una hermana misionera que se encontraba ahí mismo.

Su Desarrollo:

En el año de 1943 salió como misionero hacia Cuba junto con su esposa Rebeca Hernández Colon, a quien conoció en Puerto Rico y ahí se casaron. Salieron juntos a servirle al Señor en la obra misionera en Cuba, pues ambos tenían el mismo llamado hacia esa isla del caribe.

Luego de dieciséis años de servirle al Señor en el concilio de las Asambleas de Dios, el Señor les habla sobre un llamado mundial. Le expresaron a sus superiores acerca de aquel llamado divino y después de varias reuniones y deliberaciones entre los directivos de aquel concilio al que pertenecían, recibieron un “NO” como respuesta a su llamado, pues su visión misionera a nivel mundial no encajaba dentro de los reglamentos y directrices de esa misión

Debido a lo anterior y ante el fuego interno en sus corazones sobre la urgencia de atender al llamado divino, oraron a Dios y luego se separaron de aquel concilio, entregándose al ayuno y la oración en espera de; la guía del ESPIRITU SANTO.

Hay que considerar aquí que ante el llamado divino no hay que resistirse, pues el fuego santo de ese llamado, una vez dentro de nuestro ser, no puede ser soportado. Arde, quema y por más que se quiera, no se puede apagar (Jeremías 20:11), no se puede luchar contra él.

Es menester que se entienda bien que en estos casos es mejor obedecer a Dios antes que a los hombres o concilios (Hechos 4:19). El siervo de Dios está para agradar a su Señor y no a los hombres, de lo contrario no sería siervo de Cristo (Galatas1: 10).

Siendo que el llamado de Dios para los Hnos. Ortiz era a nivel mundial y que su visión no calzaba en la organización a la cual pertenecían y luego fueron guiados por el Espíritu Santo a formar y dar inicio a una gran labor misionera y de evangelización mundial

Es así como obedecen al llamado divino y son usados, maravillosamente para llevar a cabo una labor sin precedentes a nivel mundial. Sin dinero, sin posesiones materiales, sin apoyo de concilio alguno, sin renombre popular, desconocidos y hasta desechados por la organización humana, quien quizá hasta de locos los tilda por su visión y su llamado.

Sin tener una iglesia local donde recibir apoyo, sin medios económicos para movilizarse dentro de su país, mucho menos a nivel mundial. ! Están locos! Diría cualquiera con un razonamiento humano y carnal. Mas ellos no se inquietaron por esas cosas, no se amedrentaron ni se acobardaron, ni se estancaron; pues sabían quien los había llamado, sabían distinguir muy bien entre la emoción y la voz divina.

Creyeron a la voz de Dios, obedecieron al llamado divino, actuaron con fe y por esa fe recibieron su recompensa. Han sido puestos a prueba en muchas ocasiones. ! Cuantas lagrimas derramaron!, Desprecios, murmuraciones, criticas, intrigas, etc. Mas ellos perseveraron, confiados en la fidelidad de aquel que lo había enviado, y así, se entregaron a la labor de levantar una de las misiones más grande del mundo para la Gloria y la Honra del Todopoderoso, el MOVIMIENTO MISIONERO MUNDIAL.